Recubrimientos comestibles en la conservación de mango y aguacate
Mundo Alimentario, junio 2013
La comercialización de mangos y aguacates se lleva a cabo en un período muy corto, pues son productos altamente perecederos y susceptibles al deterioro causado por desórdenes fisiológicos y patológicos en la postcosecha. La solución idónea para preservar la calidad global (organoléptica, comercial, microbiológica y nutritiva) de estos productos hortofrutícolas y satisfacer las crecientes exigencias de los mercados internacionales, consiste en mejorar los tratamientos postrecolección. En este sentido, la aplicación de recubrimientos comestibles es una alternativa para mantener la calidad de los frutos ya que mejora su apariencia y prolonga la vida comercial por reducción de la humedad y de la pérdida de peso.
El recubrimiento comestible es una tecnología postcosecha que permite prolongarla vida útil, mejorar la calidad y generar valor agregado a frutas y hortalizas, frescas o mínimamente procesadas. Es así que los recubrimientos comestibles aplicados en frutas de mango y aguacate han permitido reducir la pérdida de peso, la velocidad de respiración y la maduración, lográndose extender la vida comercial del producto y mejorar su apariencia; debido, a que esta tecnología actúa como una atmósfera modificada, que restringe la transferencia de gases (O2, CO2 y vapor de agua) y se convierte en una barrera para la transferencia de compuestos aromáticos.
En concordancia a la implementación de productos biodegradables y respetuosos con el medio ambiente, el propóleo ha surgido como una alternativa natural para la elaboración de recubrimientos comestibles. Sus propiedades antimicrobianas y antioxidantes, ha potencializado su uso en búsqueda de tecnologías emergentes en el manejo postcosecha de frutas y hortalizas, que propendan a reducir las pérdidas postcosecha y los costes de conservación.
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